23 oct 2012

Tus lunares, mis historias.



Me invento historias con el pelo alborotado, uniendo tus lunares en mi mente mientras desapareces para contarme mis ensoñaciones. Cierro los ojos, jugamos a que yo te obedezco y a que tú me crees, a que tú me mientes con besos y a que yo olvido, a que me pones nerviosa y a que tú me sonries.



Adivino caricias y me dejo atrapar por el  perverso miedo que implica saber que las manos que controlan mi placer ahora controlan el aire que entra en mis pulmones y tu respiración me susurra deseos al oído, deseos que engañan por ser sinceros.
La violencia baña la piel, mientras tu lengua busca mi nombre pero yo ya no huelo a mi, ahora huelo a ti. Perder el control y perderse en el éxtasis que es dejar que hagas lo que quieras conmigo por que así lo decido, creer que te pertenezco por una efímera eternidad, por un segundo arrebatado a fuerza de rodearte con las piernas y arañar las sábanas al tiempo que tú sabes que lo último que me apetece de ti es tu clemencia. 
Una mentira que se olvida de mentir hasta que mis piernas, que se habían enrredado en ti te echen de más, un verso agresivo que no puede explicar el porque mi perfume se ha envuelto en tu cabello. Así te conviertes en un nostálgico olvido hasta que vuelvas a contarme mis historias o ¿prefieres que esta vez sea yo quien te cuente lo que imagino uniendo tus lunares? 

26/07





Manos que rasgan mi piel sin saber que están destrozando mi alma,
es cuando en mi enferma imaginación todo se vuelve uno
los besos y la heridas saben ya igual.
Es ahora cuando por fin me han ahorcado en el orgullo herido
y me doy cuenta de que sigo ardiendo
cada vez más.

Esa voz aturdiente a la que miento
a la que hago creer lo que quiere ver,
esa voz es la que me recuerda
que eres tú el porqué de esta
existencia.

¿Dónde estabas?
¿Por qué lo has perdido otra vez?

¿Dónde están los besos y las miradas que han destrozado mi coraza?
Dejando que buitres hambrientos
dispuestos a devorar a un frágil ser
rodeen este hogar.

¿Dónde están?
¿Dónde estás?
¿Dónde estoy?

Necesito herirme para sentir.

Flajelar mi cuerpo para sentirme viva
lastimar mi alma para sentirme real,
jugar con lo extremo
destruirme para crearme
odiarte para al fin amarte.

Necesito creerme para mentirme.

¿Dónde están?
¿Dónde estás ?
¿Dónde estoy?

Cállame



 Jugar a los amantes bajo sábanas
 que ocultan las sonrisas más sinceras
 y los besos más traidores,
 besar tu cuello con una única intención
 beber tu esencia,
 aunque sabes que es tu piel
 lo que deseo.
  
  ¡Recuérdame y cállame!

 Aférrame a tu cama
 porque mi alma está condenada
 a pagar su libertad.

Solo busco que me ates a nuestro indigno lecho. Necesito que obligues a este cuerpo a pertenecerte, para así poder verme, poder sentirme, para así poder creerme.

La obediencia siempre ha sido una desconocida para mi espíritu y no aspiro a que seas tú quien se la presente. Por eso ¡Destrózame! Consigue que tenga que pedirte perdón
al llenar de aire los pulmones sin tu consentimiento, que me aterrorice llevarte la contraria
y desafíame a dejarte si te sostengo la mirada.

Haz que olvide, aunque sea por un solo instante,que es un lugar muy lejano el que yo habito,evádeme de la evasión que en mi hogar se ha convertido. Absorbe mis labios, sácame de este iluso mundo, grita  para calla a las voces que me aturden, y te suplico, que durante ese momento, solo tus manos las únicas que me hablen.

Una declaración



Sería una necedad llamarme poeta
Por el hecho de  escribir frases que se persiguen,
pecaría de autoindulgente, prepotente y de mendaz.

Pues yo  no soy nada más que  una niña perdida,
que necesita embriagarse de vino y poesía  
para aguantar cada nuevo amanecer,
para soportarel silencio al que este cuerpo la somete.

Solo escribo,
escribo palabras que creen aliviar la desesperación de no saber volar,
palabras que me transforman en un ser rastrero, pues mientras ellas intentan liberar el grito que en mi nace, para mi, no son más que un consuelo,
un consuelo que hace pensar que aún queda cordura.

Alterar mi percepción se ha vuelto mi única forma de respirar, y es así como los besos, las caricias y las heridas tienen el mismo sabor, 
el mismo efecto,


embriagante,
deslumbrante,
                          
extasiante.

Pues mi alma demanda con sollozos dolor, placer y poesía.Necesarios y urgentes para sobrellevar esta miserable actuación a la que se le suele llamar vida.

Esto no es otra cosa que una declaración de quién crea este personaje al que interpreto cada mañana, un declaración de quien maneja los hilos de esta marioneta.


Est no son más que unas palabras de una niña que no sabe escribir poemas¸
Pero que escupe sentimientos con palabras.