28 nov 2011

15-11



Tú y yo podemos volar y destrozar mis mentiras,
en sueños aún te llamo y me pregunto
¿Pensarás en mis caricias?
¿en aquel momento en el cual ya no es
preciso ocultar el deseo?

Una mirada que delata la intención
pero no el sentimiento.

Mi aliento en tu cuello y tus manos en mis piernas
que se envuelven como enredaderas en ti,
una abrazo que me obliga a permanecer atada
a tus latidos desgarrando tu espalda.

Instantes que se hacen reales.

Sonrisas que nos engañanan por ser sinceras
y el temor sigue siendo el mismo:
olvidar que es con fuego con lo que se juega.